¿Cuántas veces has hecho una lista eterna de cosas por hacer? ¿Y es tan pero tan larga que al final terminas colapsada y no haciendo ninguna? O lo peor, están mezcladas las cosas de la casa con las del negocio, osea, poner a remojar las lentejas mientras sacas al perro y mandar un mail mientras haces un post para Instagram –que lo deberías haber subido ya pero bueno-, el homeschooling, las tareas, los clientes, en fin. 

Día a día tenemos millones de micro tareas que generalmente hacemos y no nos damos cuenta que hay muchas de ellas que podemos automatizar, delegar o incluso eliminar. Sí, ¡Eliminar! Porque estar ocupado, trabajar hasta tarde y tener los ojos cansados pareciera ser una placa de honor, pero en realidad es todo lo contrario, significa que eres poco eficiente.

Acá en el Imperio brandístico optamos por lo sano. Queremos ser lo más eficientes posibles, sobre todo porque nuestros peques están por llegar y ambas valoramos mucho lo que es el tiempo en familia y de descanso.

¿Prefieres escuchar este episodio? 

Es por eso que quiero enseñarte una estrategia para que tomar acción se convierta en algo natural en ti. En que avanzar no signifique satisfacción si no que una constante. En que tachar aquella lista no signifique una victoria si no que sea tan habitual que tus objetivos cada vez se cumplirán más rápidamente.

Identificar qué acciones te mueven la aguja 

En primer lugar, necesitamos entender qué acciones nos mueven la aguja. Es importante entender e identificar qué es lo que has hecho en el último tiempo que ha tenido el mayor impacto, tanto en tu vida como en tu negocio, de esta manera podremos concentrarnos en seguir haciendo esas cosas y dejar de hacer las cosas que simplemente no nos llevan a ningún lado.

Para ayudarte con las preguntas que te haré a continuación, he subido una pequeña guía que puedes descargar acá:

1. ¿Qué es lo que has hecho en los últimos 3 meses que te ha generado mayor impacto económico?
   Piensa en los hechos que marcarían un peak de ingreso por así decirlo  si tuviéramos un gráfico y que puedas replicar en el tiempo. Tú estás acá porque quieres crecer y obviamente, monetizar tu marca. Entonces tienes que hacer más de aquello que sabes que funciona… Suena obvio, pero créeme, el sentido común no es una práctica común. 
2. Piensa en los 3 impactos positivos que esto ha generado.
   Identificando cuáles son los impactos positivos del hecho de la pregunta 1, te hará reforzar la importancia de dedicarle más horas de tu día a mover los engranajes de tu negocio. Vas a pasar de hacer actividades que no necesariamente te aportan hacia el futuro de tu marca, a dedicar tus horas solo a avanzar con actividades claves.
3. ¿Cómo podrías empujarlo para que esto sea aún mejor?
   Si tuvo un impacto positivo y marcó ese peak en tu gráfico de ventas es porque funcionó bien… pero SIEMPRE, mi querida brandista, se puede mejorar, y esa es una tarea constante que debes hacer.

Haz una lista de todas las cosas que haces a diario

Ya sabes qué es lo que tienes que hacer, pero ¿te has detenido a pensar en que es lo que NO tienes que hacer? Porque como te dije al principio, para adquirir nuevos hábitos y rutinas tenemos que dejar atrás aquellas cosas que no nos están empoderando o ayudando a avanzar.

Es por eso que lo primero que haremos ahora – usa la misma guía descargable que te mencioné más arriba– es hacer una lista de aquellas cosas que haces a diario, ya sean labores domésticas o rutinarias del trabajo. Como ya identificamos lo que nos mueve la aguja, tengamos claro que hay cosas que simplemente tenemos que automatizar, delegar o eliminar. Entonces, piensa en cuáles son aquellas cosas que te consumen tiempo y no te sirven para crecer, generar mayor ingreso, alcanzar más poder o estar más tiempo con tu familia. ¡Anótalas todas!

El Retorno del Tiempo

Ahora bien, ¿Has escuchado el término ROI? Significa Retorno de la Inversión. Este término es un indicador financiero que mide y compara la utilidad obtenida en relación a la inversión realizada. El ROT en cambio, significa Retorno del Tiempo. Esto quiere decir – si invierto X en Y actividad, ¿cuánto tiempo ganaré que me va a permitir trabajar en lo que me mueve la aguja? -.

Te dejo algunos ejemplos para que te haga más sentido:

• Automaticé las compras: Tengo una lista de supermercado pre-hecha y pido a domicilio. Ir al super se transformó en algo que realmente no me suma, de hecho me quita tiempo. ¿Cuál es el costo extra por comprar a domicilio versus estar dos horas (entre ida y vuelta) en el super? ¿Cuánto dinero podría generar haciendo lo que me mueve la aguja en dos horas?
• Eliminé las inseguridades: Si bien esto no es una actividad que hago a diario, como cocinar o hacer la cama, me pasó una vez que estuve un día entero pensando insegura en qué color ponerle al Instagram. Era algo importante, pero no para dedicarle TODA mi tarde. 
• Limité mi tiempo en las redes sociales: ¡Acá muchos somos culpables de esto! Apagando las notificaciones y controlando la cantidad de tiempo que pasas (hay un app que te mide cuánto llevas metida al día, genial o no?) ¡Es una manera de evitar distraernos ante las necesidades de los demás. ¿Por qué tenemos que estar pendientes por lo que los otros quieren? ¿Cuál es esa necesidad de contestar inmediatamente? No sé ustedes, pero al ver la notificación ahí esperándome como que me empieza a tiritar el ojo… pero estoy trabajando en ello.

Entonces…¿Cuál de las actividades que anotaste en la guía vas a automatizar, delegar o simplemente eliminar? Dejemos de hacer las cosas en modo automático, creyendo que si estamos más tiempo mirando en Pinterest de pronto caerán ideas del cielo y empecemos a usar las horas del día de forma estratégica. Ya sea para conectar de mejor manera con nuestra audiencia, para posicionarnos cada día más como expertas, crear contenido de valor, preparar aquel lanzamiento o aquél programa que sabes que te ayudará a darte a conocer un poco más y que te traerá más ingresos.